EL BEATLE INCOMBUSTIBLE

PAUL McCARTNEY – EGYPT STATION (2018)


Hace poco más de una década, McCartney cantaba que él está atento a todo lo nuevo por descubrir y que aún tiene mucho que ofrecer a pesar de tener muchas cosas en la mente (Memory Almost Full, 2007) y a su pasado siempre presente (The Beatles y Wings). A sus setenta y seis años, con “Egypt Station” sigue demostrando que es un artista que rechaza morderse la cola, que continua en la búsqueda de sonidos novedosos, que no se conforma con haber inventado la rueda y la máquina a vapor, un genio de la música popular en constante renovación y en plena vigencia. “Egypt Station” es su segundo mejor disco en lo que va de este siglo; solo superado por el magistral Chaos and Creation in the Backyard (2005). Ya quisiéramos que estas sorpresas e inquietudes en el estudio contagiaran a sus ya predecibles conciertos en vivo, pero le ganan el “peso” de tener el mejor catálogo musical del mundo y su generosidad para saciar la sed de los fans por el sonido Beatle.

En contra de lo afirmado por su autor, “Egypt Station” no es un álbum conceptual. Sin embargo, el disco comienza y termina con sonidos de estaciones de tren que invitan a experimentar el ‘viaje’ a través de todas las canciones. En estos tiempos de singles, Macca sigue apostando por el álbum. Los primeros seis tracks son distintos en melodías, ritmos y letras pero no te sueltan mientras se suceden uno tras otro, no dan opción alguna al ‘skip’. 

 De la triste e introspectiva “I Don’t Know” (con un memorable inicio de piano), pasamos al cortejo en “Come On to Me”, al enamoramiento en “Happy with You”, al desfogue anti bullying en la roquera “Who Cares”, a la calentona “Fuh You” y a la relación que se termina en “Confidante”. Queremos seguir en el tren y nos topamos con las flojas “People Want Peace” y “Back in Brazil”, pero sería un error bajarse, porque el sonido funky de “Caesar Rock” sirve de preludio a las cinco melodías que ensamblan a la sorprendente “Despite Regarding Warning” (como en los tiempos del “Band On The Run”) y a la última estación, “Hunt You Down/Naked/C-Link”, una pequeña suite  compuesta por tres canciones, un digno final con sabor a lado B del Abbey Road (1969).
 Ringo Starr dijo alguna vez que gracias a Paul los Beatles grabaron varios álbumes, ya que McCartney los animaba a ir al estudio. Este compromiso constante con el trabajo duro es la clave del éxito de “Egypt Station”, su primer número uno en USA después de treinta y seis años (Tug of War, 1982). Además del acierto de contar con el productor Greg Kurstin (Pink, Foo Fighters y Adele) -quien pulió los nuevos temas adaptándolos a estos tiempos- y a la labor titánica que significa el componer, ejecutar y grabar dieciséis canciones, Macca y su equipo continúan haciendo un arduo trabajo de promoción que incluye el uso constante de las redes sociales, programas especiales para la televisión, cinco videoclips, conciertos gratuitos sin previo aviso, una nueva gira mundial y como si todo esto no fuera ya suficiente para fines de año lanzará dos reediciones deluxe de sus trabajos setenteros.

Desde setiembre hasta ahora, el “Egypt Station” suena en mi reproductor casi todos los días. Hay canciones con las cuales me identifico y me agarro de ellas para sobrellevar los momentos jodidos y también para acompañar los festivos. Gracias a este genio incombustible el soundtrack de muchas vidas se sigue renovando y ampliando.
HENRY A. FLORES


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