LAS MEJORES PELÍCULAS VISTAS EN EL CIRCUITO CULTURAL (2019)

Selección y textos: Óscar Contreras


Si confiáramos a las multisalas comerciales la visión y disfrute de todo cine del mundo, los cinéfilos peruanos moriríamos de inanición. Porque el cine no se limita a la función del fin de semana, con la hembrita, la esposa, los hijos o los amigos; para ver las adocenadas cintas de terror, de autoayuda, de perros que hablan, de comedia adolescente o de superhéroes de Marvel o DC Comic. No me cabe duda que el cine de la cartelera comercial satisface el gusto de cientos miles de espectadores, pero lo cierto es que les niega futuro, les niega el acceso a otros cines, distintos y diferentes, de gran calidad, expresividad y rigor. Si los exhibidores se siguen comportando como los panaderos peseteros que, para ganar más plata, en vez de harina añaden aserrín a la masa del pan, entonces no es difícil imaginar a las siguientes generaciones de espectadores: complacientes, unidimensionales, que morirán en el convencimiento de haber consumido el único y el mejor cine.

Por eso los festivales locales, las programaciones en instituciones culturales, públicas y privadas y el streaming cumplen un rol muy importante porque ponen al alcance de los peruanos esos "otros cines" que la exhibición deja pasar, no le interesa o no compra porque no forma parte del combo del distribuidor. Invertir en películas largas, aburridas, pesadas, poseras, sofisticadas, de países extraños, en idiomas extraños, es plata al agua, balbucean. Pero, su derecho a hacer negocios y ganar dinero es inversamente proporcional al derecho de los espectadores de acceder a toda la oferta fílmica, la mayor posible, y elegir, descubrir, gustar, desarrollar una visión amplia e informada de lo que es el cine de ayer y hoy. Las próximas generaciones de realizadores y espectadores necesitan construir y expandir su gusto cinéfilo, de lo contrario el porvenir del cine nacional será negro.

1. It Must Be Heaven (Elia Suleiman, 2019). Con su presencia silenciosa, deadpan, contemplativa, asombrándose del mundo que nos ha tocado vivir, con actitud amable, dejando hacer y evidenciando críticamente su malestar, el palestino Elia Suleiman -como él mismo- forja una verdadera gema, una lección de puesta de cámara y planificación, de comedia, de cine.

2.    Parásito (Bong Joon-ho, 2019)

3.    Juana de Arco (Bruno Dumont, 2019)

4.    Martin Eden (Pietro Marcello, 2019)

5.    Mis Provinciales (Jean-Paul Civeyrac, 2018)

6.    Historia de un matrimonio (Noah Baumbach, 2019). Un filme sólido y pormenorizado sobre las distintas facetas de la separación conyugal. Aborda los aspectos esenciales y prosaicos del amor, del desamor, de las negociaciones procesales, de las obligaciones parentales, de las fortalezas y las debilidades de una pareja separada por un cúmulo de cenizas. Pero, no es una película emocionante. El subgénero romántico tiene sustento en la emoción del auditorio -en la ilusión, en la expectativa, en la complicidad- que el estilo puntilloso de Baumbach, aquí, recusa.

7.    Ema (Pablo Larrain, 2019)

8.    Leto (Kirill Serebrennikov, 2018)

9.    Beanpole (Kantemir Balagov, 2019)

10. Rolling Thunder Revue (Martin Scorsese, 2019). Scorsese, como Bob Dylan, proyecta una mirada tierna y cínica sobre esa suerte de caravana-vodevil; y amaga cualquier posibilidad nostálgica o cursi. Captura con vivacidad, desde la cinefilia, la melomanía y el lirismo, un sentimiento pasado, de derrota y frustración, que embargaba a un pueblo joven y trabajador, sediento de salvación.

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