BOB DYLAN – “Rough and Rowdy Ways”

                        
Ocho años sin una nueva canción propia y de repente Dylan, a inicios de la cuarentena, lanza con buen calculo el single ‘Murder Most Foul’. Aquellos extraños y aciagos días de confinamiento fueron propicios para apreciar esta ciclópea y hermosa declamación. Son casi diecisiete minutos en los que Bob se valió de algunas herramientas del crepuscular Leonard Cohen y del discípulo de ambos, Nick Cave, para revisar el asesinato de Kennedy. El segundo single ‘I Contain Multitudes’ sigue la misma línea estética y el hype se incrementa. El tercer single, el blues ‘False Prophet”, nos baja un poco de las nubes, pero el entusiasmo se mantiene por el esperadísimo nuevo álbum. 
Ya con el disco sonando en nuestra bandeja, llegamos a la conclusión de que no importan las canciones de relleno, las buenas ideas que no prosperaron o que no sobresalieron en su ejecución (vienen a mi mente, por ejemplo, ‘I've Made Up My Mind to Give Myself to You’ o ‘Crossing the Rubicon’), porque gracias a esos temas el trovador de Duluth pudo armar un álbum y así regalarnos esos dos primeros singles, sus dos primeras e incuestionables obras maestras de este siglo. (HENRY A. FLORES)
                                            

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