ARCHIVOS: THE BAND - "MUSIC FROM BIG PINK" (1968)

Son pocas las bandas que consiguen asimilar sus influencias musicales, procesarlas, amalgamarlas, dotarlas con su personalidad y producir un estilo propio, que nunca antes se había escuchado, pero que, al mismo tiempo, uno puede reconocer de donde viene, sus orígenes. Una de esas bandas privilegiadas fue The Band.

 A mediados de 1968, en plena época hippie, las experimentaciones lisérgicas y la Guerra de Vietnam, ve la luz “Music From Big Pink”, su enigmática ópera prima que fue muy bien recibida por la crítica y más adelante por el público. La música sicodélica y las influencias del rock de la primera invasión británica, fueron tomados por sorpresa ante este sonido nunca antes escuchado (es el primer álbum de americana de la historia) gracias a su sólida mezcla de blues, gospel, soul, R&B, country-folk y rock n’ roll

Son once canciones en las que se reparten la autoría Robbie Robertson (guitarra) y Richard Manuel (piano y voz), con algunas colaboraciones de Rick Danko (bajo y voz) y Bob Dylan. El clásico ‘The Weight’ cantado por Levon Helm (batería y voz), es un ejemplo del buen trabajo colectivo, tanto en las voces como en la coordinación de los instrumentos. Muchas de las canciones exhiben, con premeditación, algunos arreglos caóticos y desaliñados para darle la impronta rural y campesina que buscaban. Aquí es clave el aporte de Garth Hudson (teclados y vientos), cuyo sonido envolvente sirvió como adhesivo para unir los diferentes retazos sonoros que se sucedían en el estudio.  

La sufriente voz de Manuel es otro punto a favor. Sin ella, ‘Tears of Rage’ no sería desgarradora, ‘Lonesome Suzie’, suplicante; y gracias a su falsete y a los coros de Helm y Danko, ‘I Shall Be Reased’ pudo llegar a niveles celestiales. Las sonoridades subversivas de ‘Chest Fever’ y ‘This Wheel’s On Fire’ dan el equilibrio a un álbum que desde su concepción fue contra todo tipo de modas. Un álbum que tiene la capacidad de influir y subvertir sobre el oyente: Eric Clapton y George Harrison fueron sus dos víctimas más célebres. A cuarenta años de su lanzamiento, “Music From Big Pink” conserva su espíritu rebelde y rural, y, sobre todo, sigue siendo más contracorriente que nunca. (HENRY A. FLORES) 

 *Publicado, por primera vez, en Discos y Otras Pastas 11 (setiembre 2008)                                                                                                              

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