Libros de CAPARRÓS, MODIANO, REYNOSO y GONZÁLEZ
Otra vez París, y el
recuerdo de acontecimientos sucedidos hace varias décadas. La evocación de un
viejo amor, y la juventud que lo puede y permite todo, incluso el de enamorarse
de alguien casi desconocido. Los protagonistas no solo huyen del pasado, sino
de las personas que les hacen daño. La berlinesa Margaret Le Coz y el parisino
Jean Bosmans. Un encuentro fortuito y necesario, con un final abrupto provocado
por otra huida. Cuarenta años después, la posibilidad de un reencuentro al
final de la novela exige que haya una segunda parte. Por mientras la
imaginamos.
De los relatos
que he leído donde el protagonista es un anciano, este es uno de los poquísimos
que, a partir del recuerdo de un hecho tan doloroso como es la muerte de un
hijo, me convence su mirada no idealizada del pasado mezclada con amor,
fascinación y agradecimiento. Y concuerdas con que, a pesar de las limitaciones
físicas y la soledad inevitable, aún es posible encontrar la belleza y cierta
plenitud en el senil presente. Una novela que apuesta por el derecho a vivir y
también a morir. Tomás González es un gran observador; junto al caleño Andrés
Caicedo es el escritor colombiano que más me entusiasma.
Simpática novela corta del gran maestro
Reynoso. Cuya gran maestría consiste en combinar muy bien la prosa con la
poesía. O dotarle a la prosa de cierta musicalidad poética. Un ministro de
estado visitará pronto a la capital del Ayacucho, y para agasajarlo en la
escuela principal de la ciudad se preparó una gran pachamanca y diversos
platillos, muchos de ellos en base a los animales y aves que algunos de sus
alumnos habían robado. Al final el caos, la comilona desordenada y la
borrachera inminente. Y al final, nuestro pequeño protagonista, tan perdedor
como al principio.
LACRÓNICA / AUTOR: MARTÍN CAPARRÓS (ARGENTINA)
Este libro es como un manual para escribir crónicas. Ahondando más en el para qué y el por qué, que en el cómo. Cada crónica es precedida por opiniones muy personales, consejos y explicaciones didácticas sobre esta vertiente del periodismo que combina la literatura con el periodismo. Aunque a veces, el autobombo o cierto tufillo ortodoxo en sus postulados le juegan en contra. Al terminar de leer este compendio de sus mejores veintidós crónicas, uno llega a la conclusión de que el famoso Martín Caparros es mejor como maestro que como cronista.